Así como en la educación o en el mundo del trabajo, la salud es partícipe de una revolución virtual. De pasar a recorrer kilómetros y esperar al médico en una sala, a quedarse en el sillón de su casa y ser atendida por la pantalla de un dispositivo. Las personas, hoy, se unen al fenómeno de la telemedicina que crece cada día más.
En solo cinco años, el mercado de la telemedicina ocupará una cuarta parte del mercado de las tecnologías de la información para la salud y, según el informe de Deloitte ‘Predicciones, Tecnologías, Medios y Telecomunicaciones (TMT)’, el 2021 cerrará con más de 400 millones de visitas virtuales al médico en todo el mundo.
¿Por qué cada vez más personas adoptan esta nueva modalidad de atención? Son muchos los motivos. Por un lado, porque permite prevenir, alertar o supervisar de forma accesible y rápida la enfermedad de los pacientes y, por otro, agilizar la atención en salud y definir en tiempo real los pasos a seguir. Sin moverse de sus hogares, las personas pueden recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado y oportuno. No existen fronteras posibles con la telemedicina.
Por el lado del personal de salud, también significa una gran ventaja. Los médicos, mediante las tecnologías de la telemedicina, pueden compartir, entre los entornos de atención médica, el historial clínico electrónico de los pacientes de forma digital. Posibilitan, además, la interacción entre los equipos de atención para debatir e intercambiar información relativa al seguimiento de pacientes en riesgo o casos críticos.
La tecnología clave
De acuerdo al reciente estudio ‘Global Virtual Care Experience’ realizado por Escalent y el equipo de Video Collaboration de Logitech, el 93% cree que la calidad de video que ofrecen a través de telesalud es fundamental para la experiencia del paciente.
El desarrollo de la telemedicina se expande, también, por la tecnología. Cuando más calidad y excelencia, más participación. Entre las principales, se encuentra, la evolución de las plataformas de colaboración de vídeo que son fundamentales para este crecimiento.
Es decir, el detalle y la excelencia del video, mejorará el servicio. Ya sea para conectar de forma eficiente al personal médico con las personas o monitorear por video a pacientes hospitalizados, los productos de video conferencias, junto con la tecnología en la nube, son claves en el desarrollo de la telesalud.
Es esencial que los proveedores tecnológicos o integradores prioricen la calidad del video para establecer una sensación de inmersión y conexión humana en la experiencia de atención virtual.
Así es como, en compañía con la presencialidad, la telesalud se expande cada día más en una ‘nueva normalidad’ de la medicina.
