Así como hay momentos que el dinero no puede comprar, también hay situaciones, decisiones y conversaciones que las tecnologías no pueden reemplazar. Pese al sinfín de innovaciones que existen para trabajar o encontrarse de forma remota, hay sensaciones y encuentros que sobrepasan a las mismas.
Por eso, las fronteras se abren y los aviones retoman los vuelos empresariales. Con miras hacia el futuro y en pos de dejar atrás la experiencia de la pandemia, los business travel vuelven para fortalecer el vínculo y estar lo más cercano posible a los clientes, proveedores y colaboradores.
Ya no se viaja como antes. Además de enfrentar los nuevos desafíos para gestionar los viajes de negocios de forma eficiente, rentable y coherente, las empresas o empresarios definen nuevos motivos para trasladarse. Ya no se viaja por que sí. Los nuevos “para qué” surgen en pos de una mejor experiencia.
Los motivos
Entre los motivos imprescindibles por el cuál se realizarán, pese a los avances de la videoconferencia, será para cerrar acuerdos o ganar un nuevo cliente. Harvard Business Review remarca la importancia de los viajes de negocios y resalta que, por ejemplo, “cara a cara” es 34 veces más potente que un requerimiento enviado por correo electrónico.
Por otro lado, diversos estudios recalcan que, a nivel comercial y psicológico, creer y fomentar los encuentros presenciales, sea para la actividad corporativa que sea, son fundamentales para fomentar una característica esencial a la hora de vincularse, tanto dentro como fuera de la empresa: la confianza.
Esto no quiere decir que con las videoconferencias no la haya. En el mundo actual, un primer encuentro o contacto virtual abre las puertas a reuniones presenciales para profundizar las relaciones comerciales.
No todos los clientes o socios son iguales, por ende, será relevante reconocer cuándo es más conveniente acercarse en busca de generar mayor confianza que conducirán, a su vez, a nuevas oportunidades comerciales.
Más allá de la operación, producción o finanzas de una empresa, los viajes corporativos tendrán como objetivo también fomentar la cultura de la compañía y, como consecuencia, aumentar su reputación.
Confiar y encomendar los recursos de la empresa a un colaborador crea y fortalece el sentido de pertenencia. Esto, a mediano y largo plazo, marcará un gran diferencial a la empresa por la satisfacción y expansión profesional de sus talentos que se quedarán frente a las opciones de la competencia.
La tendencia Bleisure-Travel
La vuelta de los viajes corporativos tendrán una transformación. Ya no será pura y exclusivamente corporativo, también, tendrán algo de ocio. Las innovaciones que hacen posible el teletrabajo y la imposibilidad de viajar durante el tiempo de pandemia, explotarán la tendencia ‘Bleisure’ que es el acrónimo en inglés de business (negocio) y leisure (ocio).
Estos posibilitan no solo fortalecer y garantizar la continuidad del vínculo con proveedores o socios extranjeros sino también potenciar a los empleados, al aumentar su bienestar, productividad y lealtad hacia la compañía, además de adquirir más experiencia en sus carreras.
Así es como, con nuevos motivos y nuevas inspiraciones, los viajes corporativos retornan su vuelo por el cielo.